martes, 14 de septiembre de 2010

veneno

El ínfimo veneno que un día
tocó mis labios
y tiñó mis lágrimas
se va cuando te vas,
me queda
como quedan tus silencios
hondos y febriles.

Hueco de espanto
las horas que te nombran.

Nada más triste
que el eco de la nada.

Y lejos,
la música lenta de tu boca
quebrando una paz que nunca tuve,
me destierra
y me destina
hacia el lugar perdido y oscuro
de tu recuerdo.

                                                          
Carolina Bugnone.

2 comentarios:

  1. Se hace gallina la piel al leer esa ausencia.
    Letras, que como el veneno, llenan.

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  2. es la función primordial, qué comunicar ni comunicar: llenar.
    gracias!

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