balance de fin de año:
sí, sí
balancearse
de lo lindo
esa es mi cuenta,
ni mucho ni poco
más bien subibaja
pérdidas y ganancias
movimiento no faltó,
eso sí
ganar unas experiencias
intransferibles,
unos cuerpos
ajenos
y propios
sin proporción con el resto
del universo,
unas pasiones
de las que duran,
unos duelos formidables,
una conciencia del vacío
que hay que aguantarse
perder
de todo
en todas las formas y coordenadas,
en todos los idiomas,
en todas las provincias
y las profesiones,
perder las pocas
creencias que me quedaban
y las apariencias
si sobrevivía alguna,
los proyectos
se fueron definitivamente
por alguna bocacalle,
y el sol
subsisten unas nubecitas
muy simpáticas y grises.
balancearse es el destino.
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