dicen que anda por ahí
pero no
en cualquier lado,
hay que buscar un poco
debajo de las ventanas
y los almohadones,
también encima de ellos
porque cuando uno se acuesta
con película
y compañía adecuada,
aparece
hay que fijarse bien
entre la bombilla y la yerba
justo en el punto en que se unen
con el agua,
ahí y en el sorbo largo
en el primer sonido
de la Fantasía
Impromptu opus 66
de Chopin
a lo largo de los cuentos
de “El país de octubre”
y en el seminario 17 de Lacan
una vez que se entendió
y todos los libros de Foucault
en la plaza Mitre
un miércoles a las cinco de la tarde
o un sábado a las tres,
en el tobogán que parece un túnel
que baja
a mil
suele andar por la playa
de día y de noche,
de mar y de río
y cuando uno duerme la siesta
profundo y sueña,
anda dando vueltas
en el helado de dulce de leche granizado
o con nueces
en los ojos de los chicos
en los ojos de mi hijo
en los de mis amigas
después de varios días sin vernos
con una valija de cosas para contar
en algunas navidades
en algunos poemas
en algunas imágenes oníricas
en algún silencio
en algunos recuerdos
en los domingos de mañana
y los viernes de nochecita
de verano
con brisa tibia
y tremendas ganas de enamorarse.
Fotografía: yo. Cerro de los Siete Colores - Jujuy.
Fotografía: yo. Cerro de los Siete Colores - Jujuy.
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