jueves, 7 de octubre de 2010

Dulce Satán II

"...el sol se muere 
adentro nacen mis tinieblas
la parte maldita
mi dulce satán mío..."

                                         H.R. Cuenya



Mi dulce satán y yo
nos miramos todo el día,
nos husmeamos todo el tiempo,
nos olemos
y nos gusta el olor del otro.

Me pregunta qué estoy pensando
y no le digo.
Lo empapo de besos,
nos endemoniamos.

Colmillos por todos lados,
sangre a látigos,
lenguas negras,
salivas incandescentes,
garras que desgarran
la noche
o el día, da lo mismo.

Mi dulce satán
habla diabólicamente
y me asusto
y lo asusto.

Pero siempre,
siempre,
cuando los filósofos
deciden guardar reposo
y la abstinencia lo hace temblar,
termina su jornada
devorándome.


Carolina Bugnone.


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