el mar me mira todo el
tiempo
no tiene ojos
ni boca
y sin embargo me habla
me murmura
me grita
o me aturde
según la hora, el día
o el grado de oscuridad
que tenga dentro
mío
se revuelca y se tuerce
esa cosa llena de agua
que pierde de amor a los porteños
de vacaciones
y cada tanto se traga
a alguno
me gusta
quedarme en los ojos
que no tiene
como si esperara los míos
como si le importara al menos un poco
mi vida
y sé que si me tocase,
si le diera permiso,
la piel moriría
perdidamente
perdidamente
enamorada
pero nunca lo dejo.
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