martes, 9 de noviembre de 2010

cuerdas


a J.C.T.

Las cuerdas bien tocadas
se vuelven locas.
Si cello,
si piano
o si vocales,
no interesa tanto
como que una mano las altere
dulcemente,
las roce
con intenso temblor,
con extenso rigor.

El toque
o el aire en la garganta,
encuentro de los astros
encuentro de los restos
íntima conexión
sin descifrar.

Esa magia, ese misterio
arranca desde antes,
la intención,
la tensión,
el hilo
aguarda impaciente,
anhela esa vida.

Y cuando llega,
cuando finalmente arriba
y la intersección
explota,
el sonido nace al vértigo
de andar suelto.

Se lanza feliz al desconcierto
de la nada que lo espera.
Y las cuerdas…
                             se vuelven locas.

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