domingo, 24 de abril de 2011

EL POST DE LOS LUNES: Breve declaración


¿A quién se le ocurrió que el estoicismo es un valor moral?

¿Cómo alguien puede creer que aguantar, bancar, soportar de modo interminable, irracional y eterno una situación al menos desagradable, es algo genial?

¿Qué les hace suponer que resistir las balas por resistirlas, sin otra motivación que esa, puede ser aconsejable?

¿De dónde sacaron que cerrar los ojos, agachar la cabeza, hacer como que no duele, poner cara de toro campeón, ocultar la lágrima, el nudo, la expresión de odio, callarse la boquita, es algo superior?

¿Por qué nos enseñaron que permanecer de pie, respirando hondo y mirando el techo, mientras nos dan patadas a la cara, es una virtud?

Allá Cristo y su doble mejilla.
Allá los preceptos morales de nuestros abuelos.
Allá ellos, allá ellos.

Acá: nosotros.

4 comentarios:

  1. Que identificada me sentí! allá ellos!

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  2. La primera pregunta tiene una respuesta sencilla: A los griegos, más precisamente a Zenón de Citio.
    Las demás preguntas como planteo retórico me gustan mucho, pero creo que el estoicismo es más que una tolerancia a toda prueba, y esto es fruto de nuestro pensamiento de inicios de siglo XXI confrontado con estructuras de hace más de dos mil años. El estoico cree que todos los acontecimientos del mundo están rigurosamente determinados y que la libertad consiste en la aceptación de nuestro propio destino, o vivir conforme a la naturaleza, que vendría a ser lo mismo. Así se emprende una búsqueda de la verdad,el bien y la virtud, para vivir en sintonía a la razón, sorteando las pasiones: entendidas como desviaciones de nuestra propia naturaleza racional. El dolor o el placer se dominan mediante el autocontrol hijo de una razón acrisolada. Por todo esto y porque este mundo actual está hecho para extasiar los sentidos, nadie racionalmente puede abrazar una filosofía semejante, volcándonos casi sin mediar discusión al pensamiento epicùreo-hedonista-sibarita (que es más que la marca de pizzas congeladas)

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  3. ay Gonzalo, tanta erudición me deja atónita... pero bueno, era hora que alguien se pusiera a hablar en serio, che, que en este blog todos tocamos de oído, ja! gracias por leer y comentar! salut!

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