estoy ajena
o enajenada, no podría decirlo
con certeza
cierto ruido me recuerda
que acá están las cosas
digo, las sábanas
el ventilador de techo
las mañanas
el café
los otros
y si miro a lo lejos
detrás
detrás de mis ojos
detrás de todos los detrases
de todos los espejos
tan ajeno
aunque esté acá en mis
mandíbulas
mandíbulas
aunque lo respire
y me empalague los pulmones
y se deshaga en mi boca
la glucosa agria del tiempo
tortuosa y corrosiva
los pasos o las brazadas
o los pestañeos
me distancian
y sé
que aunque tome suficiente aire
y mi cuerpo se retuerza hacia adelante
no tendré otra alternativa
que inventarme
otro
mundo.
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