miércoles, 25 de mayo de 2011

Feriado*

Resulta que hoy, feriado, iba con el auto por Córdoba desde Juan B. Justo y paré en el semáforo de Paso.
Y ahí los vi.

Ella estaba apoyada en el poste de luz que hay en esa esquina en la parada del 153, rubia, sin maquillaje, seria, bonita.
Él muy cerca, enfrentado a ella, con barba, fachero.
Tendrían veintipico.

Le hablaba, cada tanto bajaba la cabeza. Le dio la mano.
Ella no se la sacó, lo dejó.

La miré, ví que le hizo una cara rara, no parecía enojada sino más bien triste o de mal humor o con incertidumbre. Estaba a punto de llorar.

Él le volvió a hablar, a bajar la cabeza, a hablar y movió su mano aferrada a la de ella.

Ella le dijo algo.

Yo los miraba. Qué loco es ver a una pareja discutiendo, o en crisis, peleándose o reconciliándose en la calle. Los gestos de uno, de otro. Qué se estarán diciendo. Se querrán. Qué querrá uno del otro. Seguirán juntos. No seguirán juntos. Un reencuentro. Una despedida.

No sé, el semáforo se puso en verde y me fui.



* publicado en Psicofango I, La Pequeña Editorial, septiembre de 20011, Mar del Plata.

Para adquirirlo, dirigirse a las librerías marplatenses: Jean Sibelius https://www.facebook.com/sibeliuslibros o Polo Norte https://www.facebook.com/profile.php?id=1794197083
O contactarse con la Página de Psicofango en Facebook https://www.facebook.com/Psicofango
La Pequeña Editorial www.lapequeniaeditorial.blogspot.com 
Valor $20.



2 comentarios:

  1. Ella quería seguir y él no, estaba harto. El poste de luz no fue una elección, no daba para más y hasta allí llegaron. Ella quería continuar caminando; él no (tenía otro compromiso en un rato). Los dos se querían, pero ninguno estaba seguro del otro. Se hablaban tan poco... cada vez menos. Ambos estaban tristes porque sabían que eran los últimos minutos juntos. Sí, era una despedida, un momento que ella buscaba prolongar reteniéndole la mano. Los dos se querían, pero ninguno sabía qué deseaba uno del otro. Si tan sólo hubieran charlado más cuando podían... Pero en algo coincidieron esa tarde: no largaron el llanto hasta que la mina esa que estaba dele mirarlos desde el coche puso primera y se las picó.

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  2. uf. me hiciste llorar, gracias boplas. abrazo!

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