y entonces el miedo
se encadena al deseo
dijimos
y me quedé pensando
apagué la computadora
salí a la calle
caminé
sabía que el miedo
es una brújula,
uno se queda
en los lugares indicados
donde el golpe cae,
eso no es una brújula,
no sé lo que es
ni voy a disertar sobre el tema,
todo se mueve hacia algún
lugar
que no existe
o será que nunca llego,
o entonces el deseo
se encadena al odio
y nada es lo que parece.
Anda, un blog nuevo y una amiga del otro lado del océano escribiendo poesía. Me gusta.
ResponderEliminarHola Siberia! desde este lado del océano, un abrazo! me gustó tu "Noche eterna"!
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