domingo, 26 de junio de 2011

EL POST DE LOS LUNES: La flauta


Mi relación con la flauta traversa es larga y conflictiva, hace exactamente veintisiete años que estamos juntas. Ningún vínculo de tan larga data se mantiene en pie siempre igual.

De todos modos, debo decir que la relación ha progresado notablemente, e incluso que estamos en nuestro mejor momento. Vamos al revés de las otras parejas: no empezamos con enamoramiento, ahora estamos más enamoradas que nunca.

Cuando tenía diez años, la currícula de la carrera en la Escuela de Música me exigía elegir un instrumento. En ese tiempo iba a elegir piano, pero Javier el paraguayo, guitarrista, me aconsejó que probara la traversa. Las únicas veces que había escuchado en vivo ese instrumento habían sido durante un ensayo en el patio de la escuela, tocada por Viviana, y otra vez por Patricia; me había gustado mucho su sonido.

Empecé entonces con mi maestra Flavia Casanova, y estuve casi un año para lograr algún sonido. La flauta era más difícil de lo que sospechaba, además mi organismo de diez años tenía que hacer esfuerzos, no me daban los deditos para cubrir las llaves, no me alcanzaba el aire para que sonara.

Ay la flauta, qué rara combinación entre el placer de hacer música y el horror de no cumplir las expectativas. Esa cuestión me atormentó durante años.

Por esa razón abandoné la música como carrera universitaria y a los diecisiete me fui a estudiar otra carrera.

Mi disfrute con la traversa, en esos años, estaba en los ensayos, no en la exposición pública.

El trío de flautas con Patricia y el Flaco, el trío con Bettina en oboe y la Flaca Silvia en clarinete. Después se sumó el Negro Potato con otro clarinete, y algunas veces el Cabezón en saxo.
Qué músicos infernales. Y los arreglos y las obras de Omar.

 La orquesta de De Mathaeis, el dúo con César en el piano, el dúo con Martín en guitarra, con Carina en el piano.

Ensamble, la música latinoamericana a los trece, grabar, tocar.

Betty Plana, mi maestra dulce como sólo los mendocinos saben serlo, joven, buena mina, excelente flautista; el curso con el suizo Renggli en Buenos Aires, las clases particulares con Becerra a los diecisiete viajando una vez por mes con mi vieja a Barracas.

Guardarla en el estuche y divorciarme de ella durante años.

Abrir el estuche.

Armarla, soplar, sonar, salirme por su aire, flotar, encontrarnos de nuevo como dos señoras que se conocieron de chicas y se alegran por reconocerse de casualidad en una esquina.



Para escuchar: Dúo Bety Plana - Polo Martí http://youtu.be/4VZEMWhWQIQ
                     
                       Martín García en guitarra   http://youtu.be/zyuZL9HQxnQ 

                       Flavia Casanova en flauta    http://youtu.be/GLC1g8rACPg          

                       Felix Renggli en flauta   http://youtu.be/vUqPWhvOCao



4 comentarios:

  1. Las relaciones de los músicos con su(s) instrumento(s) suelen tener fases. Conozco historias de esas de arrancar por A, pasar a B, agregar C medio de costado, volver a A, y así. En realidad, creo que son los instrumentos los que pasan por nosotros, y no al revés.

    Me fascina el sonido de la traversa. Hace 40.000 años yo iba a escuchar grupos que tenían flautas. Me hice fan del Mono Isaurralde y de Bernardo Baraj y de Rampal con su flauta de oro. Muchos recuerdos.

    Me alegro de ahora ustedes dos anden bien!

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  2. Anecdos, pavada de flautistas ésos! Y sí, los instrumentos nos usan a nosotros, debe ser así. Usted sabe bien.
    Gracias por leer!

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  3. A la flauta! Que lindo recorrido por tu vida a través del instrumento...Gracias por compartirlo con nosotros, beso

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  4. Gracias a vos Andy, por leer y comentar! abrazo!

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